Quién fuese la gota de lluvia que cayendo a la velocidad del peso de la vida tuviese la suerte de estrellarse en tu cara a la altura de la comisura de tus labios. Quién tuviese la suerte de morir fundido tan cerca de uno de tus besos y acabar su llanto con el roce alegre de tus dedos.

 

– Eqhes DaBit –
– 17, julio, 2013 –
– Amposta / Sant Carles de la Ràpita (España) –