Hoy sueno en concierto. Hoy escribo al ritmo de melodías y canciones inconexas. Hoy camino sentado sobre las desconocidas notas improvisadas por alquimistas musicales a los que cabe envidiar sanamente. Me dejo rozar por las agudas de un piano que flotan por encima de un bongó suave, casi invisible. Un bajo toma el control y la batería lo acompaña dominante. Ahora cantamos al alma, unos en silencio y otros poniendo los pelos de punta con una voz femenina que habla de verdades de la vida. Tal vez no te guste lo que escribo, porque esto es una «jam session» de palabras y de ideas y puede que no todo rime a su debido tiempo. Improvisamos, que es lo más difícil según dicen los actores. Puede que hoy no hable de ella ni de ello pero -no te quepa duda- es posible que aún así alguna coma encaje con cuatro versos tiernos del nuevo vocalista y acabe alguna frase con un punto y seguido al son del saxofonista, o de su saxo. Puede que hoy sienta más y lo leas menos. Puede que mienta más, puede que menos. Puede que dancen juntos cuatro pasos de «brake dance» menores de edad -ni siquiera adolescentes- y un sólo dedo sobre un teclado minúsculo virtual. Tal vez deberías haber leído dando palmas o escribir tú mismo un par de frases sobre esta historia, porque esto es una «jam session» y debemos escribirla con lo que digo, lo que oigo y lo que sientes. ¡Sigue tú!

 

– Eqhes DaBit –
– 29, Diciembre, 2013 –
– ‘Cafè Ítaca’, Amposta (España) –