No te dejes. Quieta, no te caigas, que ya te vengo a buscar. Para. Espera, no te vayas, que te he de rescatar de esa rama retorcida que no ha de verte madurar. Ven conmigo perita en dulce. Ven conmigo a pasear. Deja que te sostenga entre mis dedos y que te empiece a explicar por qué me gustas más por dentro que por fuera. Atenta. Permite por un momento que tú sólo seas la pera y yo me encargue de la conferencia. No es tu aspecto lo que me cautiva. No es tu forma la que me inspira. No quito mérito a las virtudes por las que otros puedan decidir escogerte, pero a mi me interesa más tu textura interna, cómo sabes y cómo hueles. Estás bien en tarta y en compota, y no es que me amargue un dulce, pero te prefiero cruda si no te importa. Si nada lo impide, he de pelarte con cuidado para no perderte en el camino. No dejaré que te oxides, pero pasearé despacio entre mis dientes tus carnes de consistencia rugosa y disfrutaré callado del toque ligeramente ácido que da carácter a tu peculiar sabor. Si me permites el juego fácil de palabras, para mí eres la pera, más allá de pera ser. Deja que repita sin límite de ti, que no voy a pedir peras al olmo ni habrá consecuencia que me lleve a arrepentirme. Permitiré en cada ocasión que tu jugo acaricie desbordante mis labios para tener una excusa con la que acompañar al reverso de una de mis manos a envolverse de ti mientras bailamos. Con algo de suerte podré chuparme los dedos si esto se acaba y oler un poco a ti mientras me lavo.

 

A Xavier M., porque es más de pera y un fan, especialmente si es un buen amigo, se merece lo que pida 😉 –
– Eqhes DaBit –
– 4, enero, 2014 –
– Sant Carles de la Ràpita (España) –