Hoy he decidido mirarte un rato desde dentro. Antes de despertar del todo. Antes de abrir los ojos y darme cuenta de que me molesta una legaña. Desde el lado oscuro. Desde el momento inmediatamente anterior a ver que no estás a mi lado para sonreírte aunque sea a la nuca. Ahí, medio allí, medio aquí, te saboreo en un suspiro hondo. Te echo de menos con la intensidad justa y necesaria para obligar a desperezarse a una lágrima. Nace, abraza con delicadeza mi nariz y se suicida en un salto al vacío sobre la almohada. Ya no estás ahí para besarme la frente con cariño y susurrarme con dulzura al oído aquella mentira a medias que tanto me gustaba oírte contar: «tranquilo, todo va a salir bien». Te echo mucho de menos. Llegó la hora en que el despertador exige abrir el telón. Desgarra su sonido estridente tu recuerdo. Es tiempo de que acabe el drama y comience de nuevo la tragicomedia.

 

– Eqhes DaBit –
– 27, Septiembre, 2014 –
– Sant Carles de la Ràpita (España) –
– Foto: Te echo mucho de menos, de Eva Mascarell