Andaban reunidos un día Pincho y Pancho a la vera de una hoguera al pie de una madrugada fría de Primavera. Contaba el segundo historias dulzonas de carácter épico en el trayecto previo al consumo indiscriminado de perdices anisadas. Pincho no dejaba de interrumpirle con matices y verdades, a las que su compañero de viaje, como de costumbre, no eludía responder. Pancho se esforzaba en dar razones que justificaban sus pasos, pero el otro no alcanzaba a entenderlo. Así fue como se enzarzaron de nuevo en una acalorada discusión en torno al objeto de su última aventura inevitablemente juntos. A fuego bordada en sus pieles la inexplicable certeza de hallarse de nuevo enamorados, les guste o no, condenados pues a entenderse. Pancho y Pincho, mi corazón y mi cerebro.

 

– Eqhes DaBit –
– 24, Diciembre, 2014 –
– Bilbao (España) –