Un pequeño infante se balanceaba sobre una tela tejida por una abuela huraña. Y como veía que la abuela aún tejía, fue a llamar a un hombre con traje. Dos figurantes se balanceaban sobre una tela cada vez más larga. Y como veían que la tela aún crecía, fueron a llamar a un paseante. Los tres susodichos se balanceaban sobre la tela de la huraña. Y como veían que no se caían, corrieron a buscar a otro tunante. Pero la abuela, que alejarlos pretendía, al ver aparecer tanto mangante dejó de tejer; se destensó la tela y empezaron los sujetos a caer. Y en ver como caían, la abuela se reía. Y se reía. Y se reía. Y al ver que parar no podía, los caídos empezaron a reír. Y como todos veían que parar no podían fueron a llamar a más semejantes para que se juntasen con ellos a reír.

– Eqhes DaBit –
– 8, Abril, 2015 –
– Sant Carles de la Ràpita (España) –