Sale cada noche de paseo. Farolillo con cara de pena cubre de plata el mar que mira desde el cielo. Bajo ella, su amigo Pez, nadando siempre sin rumbo cierto. Se cuentan desde hace mucho viejas historias de no menos viejos marineros, y así pasan las noches y sus desvelos.

Cierto día tiempo ha se confesaron envidiosos el uno del otro. Pez soñaba volar por el universo; Luna, zambullirse en el mar inmenso. Descubiertos sus más íntimos deseos ambos amigos estuvieron de acuerdo enseguida en la necesidad de ayudarse el uno al otro para hacerlos realidad. Así fue que quedaron un día un poco antes de lo habitual. Se encontraron justo tras la puesta de Sol. Aquél parecía un gran momento para llevar a cabo su plan. Aprovecharían que a esa hora ella roza el mar para que Pez se acercase a la superfície a estirar de Luna hacia él; ella haría lo mismo en sentido contrario, de Pez hacia el cielo. De ese modo intercambiarían sus posiciones como soñaban.

Pero no ocurrió exactamente lo que esperaban. Ninguno de los dos tenía manos que les permitieran actuar como pretendían, por lo que trataron de usar sus bocas para estirar el uno del otro. Fracasó la misión, que acabó en un largo y apasionado beso de buenas noches que ahora repiten siempre que tienen ocasión.

 

– Eqhes DaBit –
– 7, Diciembre, 2015 –
– Cala Jobera / Castell de Tamarit; Tarragona (España) –