Me da miedo acostarme y dormir por si despierto como antaño sin ti a mi lado. Por si llega la tierna mañana y al desperezar mis ojos cansados de rutina me encuentro sólo carbón como regalo. Ese que se me antoja azucarado si lo miro pensando en la intensa velada en que nos hemos tratado como reyes, enroscados y escarchados en risas hasta las tantas a la vera de una hoguera. «Soy como un niño cuando hablo de amor» dice el eco de nuestra canción mientras escribo en mi mente una carta mágica que te desea regalándome compañía eterna. Me acaricias con un beso en la espalda a la par que un último bostezo de buenas noches nos arroja a mí y a la misiva en manos de los sueños magos. Ojalá oigas como balbuceo marchando: «Gracias por existir».

 

– Eqhes DaBit –
– 6, Enero, 2016 –
– Sant Carles de la Ràpita (España) –